3 actitudes dañinas para la eficacia personal

Arnoldo Arana

Doctorado en Consejería de la Universidad Rhema en Jacksonville, Florida – USA. Maestría en Gerencia de Empresa y Lcdo. en Contaduría Pública. Coach certificado por la ICF. Psicoterapeuta. Escritor y conferencista en liderazgo, coaching y vida familiar.
29 septiembre 2025

La calidad de nuestra vida depende menos de lo que nos sucede y más de las actitudes con las que enfrentamos la vida.

En la búsqueda de eficacia personal, muchas personas se enfocan en técnicas de productividad, herramientas digitales o estrategias externas. Sin embargo, el verdadero obstáculo rara vez está afuera: suele estar en las actitudes con las que gestionamos nuestro tiempo, energía y decisiones. Tres de estas actitudes —la prisa de lo inmediato, la atracción por lo intenso y la seducción de lo fácil— actúan como trampas sutiles que nos desvían del crecimiento auténtico. Identificarlas y enfrentarlas es el primer paso hacia una vida más significativa, disciplinada y plena. 

La prisa de lo inmediato y la impaciencia  

Lo urgente es enemigo de lo importante.

Vivimos en una sociedad dominada por la velocidad: lo exprés, lo instantáneo y lo transitorio se han convertido en la norma. La cronopatía, esa obsesión por aprovechar cada segundo al máximo, genera estrés y ansiedad constantes.

La cultura digital alimenta este estado, empujándonos a responder rápido, consumir rápido, vivir rápido. El resultado es que muchas veces priorizamos lo urgente sobre lo importante, sacrificando lo que tiene valor duradero por una gratificación momentánea.

La eficacia personal no se alcanza corriendo detrás del reloj, sino caminando con dirección. Practicar la paciencia, planificar con intención y aprender a desconectarse son pasos esenciales para recobrar el equilibrio.

¿Estoy dedicando más tiempo a lo urgente que a lo verdaderamente importante en mi vida? 

La atracción por lo intenso y placentero

No todo lo que da placer construye, pero todo lo que construye acaba dando un gozo más profundo.

La cultura actual promueve la idea de que la felicidad está en el placer constante. El entretenimiento, el consumo y la llamada “dictadura de la alegría” nos hacen creer que debemos sentirnos bien todo el tiempo, rechazando emociones como la tristeza, el aburrimiento o la soledad.

A esto se suma la industrialización del deseo, donde el mercado fabrica necesidades artificiales que nos mantienen en una búsqueda compulsiva de intensidad.

Sin embargo, esta actitud nos priva de profundidad. La serenidad, la capacidad de aceptar emociones difíciles y el cultivo del autocontrol son fuentes mucho más sólidas de eficacia personal. No se trata de renunciar al placer, sino de integrarlo en una vida orientada al sentido, no a la evasión.

¿Busco placer inmediato para huir del vacío o persigo un gozo más profundo y con propósito? 

La seducción de lo fácil

Nada que valga la pena se construye sin esfuerzo.

La tercera trampa es la fascinación por lo sencillo y sin exigencia. La filosofía del mínimo esfuerzo lleva a evitar riesgos, mantenerse en la zona de confort y preferir soluciones rápidas, aunque superficiales.

Esto genera actitudes pasivas, conformistas y utilitarias, que limitan la capacidad de crecimiento personal y profesional.

La disciplina, la perseverancia y el coraje de enfrentar lo nuevo son antídotos contra esta tentación. La verdadera eficacia requiere salir del confort y valorar el esfuerzo como parte inseparable del logro.

¿Estoy eligiendo lo fácil por comodidad, sacrificando la posibilidad de crecer y transformarme?

Conclusión 

Lo inmediato, lo intenso y lo fácil seducen, pero solo lo importante, lo profundo y lo arduo nos transforman.

Las tres actitudes dañinas parecen prometer comodidad y satisfacción, pero en realidad nos empobrecen. La eficacia personal no surge de atajos, sino de la claridad para elegir bien, la fortaleza para perseverar y la paciencia para esperar frutos duraderos. Reconocer y confrontar estas actitudes es elegir una vida con propósito y valor real.

Test de autoevaluación: ¿qué actitudes limitan mi eficacia? 

Responde Sí o No a cada pregunta:

  1. ¿Me siento ansioso cuando no logro resultados inmediatos?
  2. ¿Dedico más tiempo a lo urgente que a lo importante?
  3. ¿Busco placer como forma de escapar del aburrimiento o la soledad?
  4. ¿Me incomodan las emociones negativas y trato de evitarlas a toda costa?
  5. ¿Prefiero no arriesgarme a nuevos retos por miedo a salir de mi zona de confort?
  6. ¿Suelo elegir la solución más rápida aunque no sea la más profunda?
  7. ¿Me cuesta mantener la disciplina y la constancia en proyectos a largo plazo?

Interpretación:

  • 5 o más “Sí” ? Estas actitudes están afectando tu eficacia personal: necesitas un cambio consciente.
  • 3 o 4 “Sí” ? Estás en riesgo: identifica qué área requiere más atención.
  • 2 o menos “Sí” ? Vas por buen camino, aunque siempre puedes fortalecer tu disciplina y dirección.

 

Arnoldo Arana

Doctorado en Consejería de la Universidad Rhema en Jacksonville, Florida – USA. Maestría en Gerencia de Empresa y Lcdo. en Contaduría Pública. Coach certificado por la ICF. Psicoterapeuta. Escritor y conferencista en liderazgo, coaching y vida familiar.

Quizás te interese leer..

EBOOK GRATIS

¡Hay un poder extraordinario en una vida enfocada!

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Share This